La cantidad de muertes violentas en las provincias ecuatorianas en las que el Gobierno nacional decretó estado de excepción se han reducido significativamente, afirmó el 23 de agosto el ministro del Interior, Juan Zapata.

Las provincias en las que rige el estado de excepción, todas ubicadas en la región costera, son: Los Ríos (sur), Esmeraldas (norte), Manabí (oeste) y en el cantón Durán, de la provincia de Guayas (suroeste).

Por su parte, el Ministerio del Interior indicó que la reducción de la cantidad de muertes violentas después de 30 días en que rige el estado de excepción, en comparación con los 30 días previos, es la siguiente: en Durán, 75%, en Esmeraldas, 26%, Manabí, 27% y Los Ríos, 45%.

El ministro Zapata destacó la necesidad de reformar las leyes, incluida la Constitución vigente de 2008, para privilegiar la lucha contra el crimen organizado.

El pasado 24 de julio, el presidente Guillermo Lasso, firmó el Decreto Ejecutivo N.º 824, mediante el cual se estableció por 60 días el estado de excepción en dichas provincias ecuatorianas.

Previamente, el 3 de marzo, ya se había declarado el estado de excepción en la provincia de Esmeraldas a causa del incremento de la actividad delictiva.

Según datos de la Policía Nacional, durante el primer semestre del año Ecuador registró una tasa de 16,02 homicidios por cada 100.000 habitantes, con un promedio diario de 19,6 asesinatos.

En los primeros seis meses de 2023 se reportaron 3.568 homicidios, mientras que en el mismo periodo de 2022 se habían contabilizado 2.042, por lo que la cifra de asesinatos registrada este año representa un incremento de 74,73%.

El 2022 cerró con 4.603 homicidios, la mayor cifra registrada en el país y una tasa de 26,68 asesinatos cada 100.000 habitantes, una de las más altas de América Latina, detrás de Venezuela, Honduras y Colombia, de acuerdo a datos de la fundación Insight Crime, especializada en el tema.

Según especialistas, de mantenerse la tendencia, en 2025 este país suramericano podría superar los 45 homicidios por cada 100.000 habitantes y con ello convertirse en el más violento de América Latina.

Durante este año, Ecuador fue testigo, además, de una inédita ola de violencia política, que tuvo su punto más alto con el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio el pasado 9 de agosto, luego de un mitin en la ciudad de Quito.

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