A tres días del viaje "Canela" cambió su comportamiento. Dejó de ser alegre y frecuentemente hacía reposar su lanudo hocico en los muslos de su dueña y por las noches sus aullidos transmitían una nostalgia desgarradora, "aunque mi perrita no habla, ella sabía que quizá sería la última vez que nos veríamos" mencionó Alejandra al describir la despedida de su mascota tras emigrar del país.
"Canela es una puder preciosa. Esa cosita peludita y negrita era muy traviesa, cuando era pequeña porque mordía todo lo que se encontraba. Una vez destrozó todas las plantas del jardín y mi abuela pegó un grito al cielo (risas). Aun así, siempre fue la consentida de la casa. (...) Me tocó emigrar y por razones económicas no pude llevarla conmigo porque tenía la plata contada. Dejé a mi perra con unos amigos de confianza quienes gracias a Dios la cuidan muy bien", Alejandra de 26 años.
El relato de la trujillana es una de las tantas historias que se suman a la realidad de aquellos que emigran de Venezuela y tienen que pensar en dónde dejarán a sus mascotas.
Unos tienen la posibilidad de llevarse a sus amores peluditos. Otros los abandonan y los dejan a su suerte, mientras que están aquellos que se preocupan por dejarlos en un hogar seguro con sus amigos y familiares cercanos .
Lo cierto es que debido a la crisis que enfrenta el país las mascotas celebrarán el Día Internacional de los Animales sin sus dueños y otros desde afuera de sus casas esperando que algún día lleguen sus amos a rescatarlos.
DEJADOS A SU SUERTE
En la actualidad no hay una base de datos en el país que pueda precisar el porcentaje de personas que emigran sin sus mascotas. Sin embargo, cada día se incrementa la aparición de animales abandonados en las calles de varios estados de venezuela.
Un estudio con nombre " Ante la crisis, muchos en Venezuela optan por dejar en la calle a sus mascotas " publicado por El Nuevo Herald, en Enero 2017, reportó con preocupación la aparición de perros abandonados en la ciudad de Caracas y mencionó que cada día era más frecuente encontrar a los peluditos sin dueño como “Husky, Labradores y Beagle”.
Según la nota los dueños abandonaron a sus mascotas porque emigraron del país y no pudieron llevárselas. Otros las dejaron a su suerte debido a que no tienen las posibilidades económicas para costear sus cuidados.
En la frontera entre Cúcuta y Venezuela se registran dueños que emigran con sus mascotas a su paso por la frontera. CNC Radio a través del reportaje “Migración afecta las mascotas de familias venezolanas, en ambos lados de la frontera” destacó en Febrero de este año que en la zona fronteriza se emiten entre doce y quince permisos diarios de ingreso de mascotas a otros países y que sólo el 30% de los viajeros tiene la posibilidad de emigrar con sus compañeros de cuatro patas.
Sin embargo, la travesía por tierra podría ser dramática para las mascotas “Teresa iba con las patitas muy inflamadas de la caminata. Se las remojamos en agua, le pusimos una cremita y le dimos unas mediecitas para que se proteja del caminar incansable que tiene. Si es muy fuerte para los humanos, imagínate para ellos, que no hablan, que no se quejan de un dolor” mencionó un testimonio recopilado en un trabajo “llamado perros migrantes: otra cara del drama humano que viven los venezolanos” publicado en Febrero de este año.
ESPERANZA DE VERLOS
Quienes dejaron a sus mascotas en Venezuela buscan otras alternativas para mantener contactos con ellas. Unos realizan video llamadas para conectarse con ellas y otros piensan en la posibilidad de contratar agencias de viajes que prestan el servicio de trasladar animales en el exterior.
Entre 350 a 1800 dólares podría costar un traslado de una mascota a Chile o Argentina, todo dependerá de la raza del perro, el peso, si viaja por bodega o cabina, según un trabajo publicado por El Nacional “Las historias detrás de las empresas que trasladan mascotas fuera de Venezuela”, realizado el mes pasado. En la investigación también se destacó que se deben tomar las precauciones necesarias al momento de contratar una agencia de traslado de mascotas ya que en muchas ocasiones se prestan para estafas y a veces no cuidan bien de los animales y los dejan morir durante el traslado.
UN HASTA LUEGO
Los países que más solicitan los servicios de estas empresas de traslado de mascotas son Chile, Estados Unidos, Argentina, Colombia y España. Esto concuerda con las cifras publicadas por la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), pues Colombia lidera el grupo de países latinoamericanos que acogen a la gran mayoría de venezolanos, con más de 1,2 millones; seguido por Perú, con 768.000, Chile 288.000, Ecuador 263.000, y Argentina 130.000.
Diario El Tiempo recopiló testimonios de migrantes trujillanos que dejaron a sus mascotas en el país. Algunos mencionaron que a largo plazo consideran la posibilidad de contratar una empresa de viaje y otros mencionaron que no pueden trasladarlos ya que por el momento no tienen una estabilidad económica.
“Emigré en el 2015 y despedirme de mi perro fue doloroso. Después de tres años alcancé la estabilidad aquí en Chile y ahora estoy pensando en traerme a Doggy, mi Beagle de dos años. Mi novia y yo tenemos planificado contratar a una empresa que nos está cobrando 470 dólares para traernos a nuestro cachorro” Eduardo, 29 años.
Katherine, 24 años, quien emigró a Ecuador en Marzo del 2018 describe la historia de su gata angora “Zafiro”, ella relata que “desde que me vine a vivir a Ecuador he tenido varios trabajos pero ninguno ha sido estable. Aquí sueltas un trabajo y agarras otro. Fue difícil despedirme de mi gata porque no tenía con quien dejarla y mi mamá no podía seguir cuidándola por cuestiones de salud. Dejé a Zafiro con una amiga de confianza y hasta el momento ella la cuida. Por ahora no tengo pensando traerme a mi gata aquí ya que no tengo una estabilidad económica segura”
“Canela era una cachorrita muy traviesa y activa. Cuando se acercaba el día de mi viaje para salir del país ella cambió su comportamiento, se mostraba muy triste y frecuentemente colocaba su hocico sobre mis muslos y por las noches aullaba desgarradoramente. Me tocó emigrar a Argentina y por razones económicas no pude llevarla conmigo porque tenía la plata contada. Dejé a mi perra con unos amigos de confianza quienes gracias a Dios la adoptaron y cuidan muy bien" Alejandra 26 años.
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